¿Cuántas veces hemos presumido de nuestros conocimientos o habilidades o nos hemos jactado de títulos que, en realidad, aún no habíamos alcanzado? ¿Cuántas veces hemos afirmado ser políglotas y saber decenas de idiomas? Mentir en el currículum vitae parece ser una acción muy frecuente.
Una cosa es hablar con otras personas y presumir de habilidades que no poseemos y otra muy distinta es mentir descaradamente en una entrevista de trabajo. En este artículo, entenderemos lo que puede ocurrir si un CV es exagerado, tanto que los demás piensen que eres el nuevo Einstein. ¿Puede decir mentiras en su CV? Averigüémoslo.
El futuro empleador utiliza el CV para evaluar la candidatura de la persona que solicita el nuevo empleo. A través de la información contenida en el CV, el empleador puede dirigir la entrevista para explorar los conocimientos reales del candidato.
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Mentiras más comunes en el CV
No cabe duda de que presumir de habilidades, experiencia y otros datos falsos no es, desde luego, la mejor manera de iniciar una relación laboral. Por supuesto, el empleador tendría el periodo de prueba para darse cuenta de ello, pero incluso si crees que puedes superarlo sin ningún impedimento, hay toda una relación profesional que llevar a cabo a lo largo del tiempo, y que te pillen a posteriori podría ser aún más problemático.
Pero, ¿cuáles son las mentiras que todo el mundo dice en su currículum y con las que cree que puede salirse con la suya?
1. El grado
Esta es una mentira muy habitual. Completar el formulario de un curriculum con un título de la universidad o un curso que no se ha hecho o culminado no debe siquiera pasar por la mente del candidato. Imagina que el reclutador se interese precisamente por ese título y pida la corroboración de datos.
2. Conocimiento de idiomas
Un poco de inglés, francés y español siempre conseguimos juntar. Pero una cosa es pedir tapas, croissants o cerveza en vacaciones, y otra muy distinta mantener una conversación profesional en el trabajo.
Sin embargo, desde el punto de vista de los reclutadores, mentir en el currículum y presumir de conocimientos de idiomas que apenas se entienden es la segunda mentira más frecuente en los currículos: una cosa es certificar los conocimientos de idiomas y otra muy distinta es deslizar el “inglés escolar” y luego intentar salirse con la suya.
Pero cuando se enfrentan a alguien que intenta salir adelante, pero que no podría comprar un billete de metro en Londres, los reclutadores se enfadan, y mucho.
3. La última posición ocupada
Igual que el título de “médico”, el de “directivo” no se le niega a nadie y la tentación de autopromocionarse a funciones y puestos por encima del real es muy fuerte. Al fin y al cabo, no es que el reclutador vaya a preguntar a su jefe si realmente estamos ocupando ese puesto de prestigio y responsabilidad en ese momento. Sin embargo, los reclutadores no están tan desarmados y con unas cuantas preguntas inesperadas pueden desenmascarar, incluso, al candidato más experimentado. Y con la reputación también va la posibilidad de conseguir ese trabajo.
4. Salario
Pues bien, es la consecuencia directa del punto anterior: mentir en el currículum, sobre el puesto ocupado, haciendo la autoactualización, ¿no tengo que mentir sobre el salario? Pero incluso en este caso, las mentiras tienen patas cortas, Las incongruencias no son tan difíciles de desenmascarar para los reclutadores que sienten a diario el pulso del mercado laboral. Y ante una mentira tan evidente, no hay paso siguiente: la honestidad sigue siendo un valor para los reclutadores.
5. Aficiones e intereses
Parece increíble, pero la gente miente incluso sobre sus aficiones e intereses. Es cierto que las habilidades blandas son la nueva frontera de la contratación, ya que parecen decir mucho más sobre un candidato que sus habilidades profesionales en bruto.
Sin embargo, escribir “barbacoa” como pasatiempo parece demasiado banal. Desde el punto de vista de un reclutador, es mucho más interesante descubrir que realmente lo sabemos todo sobre cómo hacer una barbacoa perfecta, en lugar de presumir de ser grandes lectores y hacer trabajos voluntarios. Esto solo para descubrir que lo último que leímos fue el libro de chistes de Totti y la última buena acción fue arreglar mesas y sillas después de la fiesta de fin de curso de nuestros hijos adultos.
CV: ¿cómo se escribe?
El curriculum vitae es la tarjeta de visita de un empleado: por eso es importante que se prepare con cuidado y con muchos detalles. De hecho, hoy en día es posible encontrar muchas plantillas en Internet que puedes utilizar, completando con tus propias experiencias sin necesidad de mentir en el curriculum. Además de los datos personales, es importante que el CV indique:
- Cualificaciones educativas (título de bachillerato; licenciatura; doctorado, escuela de posgrado o máster);
- trabajos anteriores realizados;
- conocimientos lingüísticos y el grado relativo de preparación (mejor aún si está certificado formalmente);
- actividades extralaborales (pasiones, aptitudes, etc.);
- la posesión de un permiso de conducir;
Consecuencias de mentir en el curriculum vitae
Hay mentiras que todo el mundo dice en su CV. Ahora bien, desde el punto de vista legal, “inflar” cierta información en tu currículum no es un delito: solo lo es si falsificas tus papeles, es decir, si realmente mientes, por ejemplo, presumiendo de una titulación que no tienes, y en ese caso estás hablando de fraude, con penas de 3 a 6 meses de cárcel.
Curriculum vitae: ¿se puede mentir?
Mentir descaradamente en tu CV puede tener graves consecuencias.
Por regla general, se permiten las mentiras blancas en el currículum, es decir, las que simplemente tienden a realzar una habilidad, un conocimiento o una experiencia que se posee realmente. Así, por ejemplo, una persona que dice estar especializada en un determinado campo (por ejemplo, el derecho civil) porque ha seguido un curso avanzado en una rama relacionada (continuando con el ejemplo: el derecho contractual) está mintiendo pero hasta cierto punto. Y es que muchas veces pensamos que no se puede conseguir trabajo sin experiencia, pero no es así.
Del mismo modo, es ciertamente plausible que un candidato se atribuya a sí mismo aptitudes que le pertenecen de forma limitada: un clásico son las mentiras en su CV sobre sus habilidades interpersonales, su capacidad para reaccionar bien al estrés, su capacidad para trabajar y encontrar soluciones en equipo, etc. En estos casos, se trata simplemente de sobrestimar las cualidades de uno, o de suponerse sin una prueba específica.
Las mentiras mencionadas en el CV suelen ser inofensivas y, a lo sumo, pueden decepcionar un día al empresario si descubre que las aptitudes que te atribuyes no se corresponden con la verdad.
Consecuencias de tergiversar sustancialmente su perfil laboral
Otra cosa son las mentiras en los currículos que tienden a tergiversar sustancialmente su perfil laboral. Sería totalmente impropio atribuirse calificaciones que no se han obtenido, cursos de formación avanzada a los que no se ha asistido o conocimientos (lingüísticos, técnicos y de cualquier otro tipo) que no se poseen realmente.
Esto se debe a dos razones:
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Tu empleador te expondrá tarde o temprano
Tu reputación puede quedar irremediablemente dañada. Piensa en el empresario que, antes de contratarte, decide ponerse en contacto con tu anterior jefe para comprobar si lo que has escrito en tu CV es cierto: si descubre que has mentido, esto también podría afectar a tus futuras solicitudes.
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Mentir descaradamente en el CV conlleva grandes riesgos
Pero no solo eso. Distingamos entre los casos en los que el CV mentiroso se envía a un empleador privado y aquellos en los que se envía a una administración pública.
- Empresario: el riesgo, evidentemente, es el de ser despedido o incluso el de no superar el periodo de prueba;
Administración pública: según el Tribunal de Casación, la falsificación podría dar lugar a un delito de falsedad ideológica cometido por un particular en un acto público, con posible pena de prisión de hasta dos años.
