Jornada intensiva en el trabajo

Jornada intensiva de trabajo

Las jornadas continuas o jornadas intensivas son un planteamiento laboral que se tiende a establecer con el objetivo de flexibilizar los horarios laborales. Esto se genera debido a que la empresa, por interés de sus trabajadores o por voluntad propia, está buscando estrategias claras que permitan optimizar el rendimiento y beneficio del entorno laboral.

En nuestros tiempos, se tiene estimado que un poco más de 65% de los trabajadores ve de manera positiva las jornadas intensivas. Es decir, comenzar las actividades laborales más temprano, detenerse solo unos minutos para almorzar, y seguir trabajando para salir mucho antes de lo que lo haría con la jornada partida.

¿Cuáles son las diferencias entre las jornadas partidas y las jornadas intensivas?

En el caso de las jornadas partidas, por lo general, se inician las actividades laborales desde las 9 de la mañana hasta las 2 de la tarde, para retomar entre las 3 y las 4 de la tarde y culminar a partir de las 6 de la tarde o las 7 de la noche. Aunque también pueden iniciar a las 9 de la mañana hasta las 2 de la tarde, descansar una hora y culminar a las 6 de la tarde o, según el trabajo, empezar y acabar algo antes o después. Sin embargo, este descanso no se considera como un tiempo laboral efectivo.

Ahora, cuando hablamos de jornadas intensivas, estas suelen ir desde las 7 de la mañana hasta las 4 de la tarde. Claro, esta cantidad de horas va a depender del convenio colectivo, así como la cantidad de veces que se realicen estas jornadas. En estas jornadas se incluyen descansos de 15 minutos obligatorios cada 6 horas, los cuales sí son reconocidos como tiempos laborales efectivos.

Acá los trabajadores ingresan a horas similares a la de los horarios comunes, pero al no existir pausas prácticamente, entonces les es permitido retirarse antes.

Las jornadas intensivas de verano son las más aplicadas y las más populares. Se tienden a estipular entre el 1 de junio hasta el 30 de septiembre, pero esto depende de cada organización o empresa. Por lo general, las jornadas intensivas llegan a ser asumidas tanto por los trabajadores de contratos establecidos como por los mismos autónomos o freelancers.

¿Cómo se regulan las jornadas intensivas laborales? 

No existe ley alguna que permita la regulación de las jornadas intensivas de trabajo, ni siquiera están registradas en lo que respecta al Estatuto de los Trabajadores. Es que tampoco se estipulan en el artículo 34 sobre el cual se estiman las jornadas de trabajo, más no se hace mención alguna a esta modalidad.

Esta clase de regulaciones van a depender netamente de los contratos de trabajo, los convenios colectivos y las normativas internas que presente la empresa. Allí deben mostrarse las particularidades a presentar sobre la jornada intensiva. Es decir, si esta es aplicada durante todo el año o solo durante la temporada veraniega, la cantidad de meses, la cantidad de horas e incluso la cantidad de pausas permitidas.

Un ejemplo sería que, lo común, es que solamente se realicen entre julio y agosto. No obstante, muchas son las entidades que ofrecen un beneficio adicional a sus empleados, por ello las pasan a adoptar desde junio hasta septiembre.

Si entre lo que incluye el convenio colectivo al que forma parte la empresa no se halla estipulada una o varias jornadas intensivas, entonces será el departamento de Recursos Humanos quién las gestione de forma voluntaria.

Con el objetivo de evitar futuros problemas o inconvenientes que se relacionen con la adopción de las jornadas intensivas, lo más aconsejable es hacer uso de un sistema de control horario. Con este será posible automatizar el registro de las jornadas laborales e indicar a la plantilla su horario laboral siempre. Así como también permitirá informar de manera precisa todas las actividades pendientes en su calendario.

Los descansos en las jornadas intensivas

Como ya fue mencionado unos párrafos más arriba, es imprescindible el descanso en la jornada laboral, aunque durante las jornadas intensivas solamente se validan descansos de entre 10 y 15 minutos como máximo. Este tiempo es reconocido por el Estatuto de los Trabajadores en su artículo 34.4, siempre y cuando la jornada intensiva llegue a superar las seis horas establecidas previamente.

Si la empresa llega a considerar que estos descansos pueden ser más amplios está en todo su derecho de extenderlo, aunque sí reconoce la pausa y las retribuye, ya no podrá dar marcha atrás a estas medidas. En el caso de que estas las deje de reconocer como trabajo efectivo, tendrá que modificar significativamente las condiciones laborales, así como argumentar una causa que permita justificar tal modificación.

Tipos de jornadas intensivas

Hasta el momento y según lo que estipula la ley es posible mencionar hasta tres tipos de jornadas intensivas en el cuadro laboral:

Jornadas intensivas de verano

Entre las más comunes y populares y, simultáneamente, la más establecidas por las empresas y convenios colectivos. La duración de estas depende de lo que establezca cada convenio, aunque usualmente se hace referencia a periodos estimados entre los meses de junio y septiembre.

Jornadas intensivas de los viernes

Existen algunas empresas y organizaciones que solamente aplican estas jornadas los días viernes. La dinámica laboral se desarrolla de manera formal los demás días de la semana, laborando en mañana y tarde, pero los viernes solamente se labora en las mañanas.

Bajo esta modalidad, el lunes o jueves se trabaja una mayor cantidad de horas para cumplir con el total obligatorio de horas por semana, es decir, las 40 horas. Aunque también pueden ser menos, según lo que se haya especificado en cada uno de los convenios laborales.

Jornadas intensivas por el resto del año

Hay empresas que establecen jornadas intensivas durante todo el año, dependiendo del sistema de trabajo que presente y porque el convenio colectivo que presentan lo permite. La distribución horaria se encuentra sujeta a la cantidad de horas que tengan que trabajarse por convenio. Lo común es que sean horarios de 8 de la mañana a 4 de la tarde, disfrutando de un corto descanso para almorzar.

Si una empresa presenta dudas sobre cuál de las jornadas intensivas aplicar o cuál sería la que traería mayores beneficios a sus trabajadores, la puede atender con los populares software de encuestas y cuestionar a su plantilla sobre estas. De tal forma, la gestión de personal se facilita, así como también se logra fomentar una cultura de diálogo interna. Asimismo, los trabajadores van a valorar que se tome en consideración cada una de sus opiniones.

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